Queremos aprovechar la celebración de este Noveno Concierto Solidario para agradecer a las más de 20 sociedades musicales y 35 corales, artistas, personas como Vdes y miembros del Centre de Música que han hecho posible el Duodécimo Dia d’Àfrica a Natzaret y esos 12 años del Projecte Kiziguro, ayudando a sobrevivir a personas pobres de Ruanda y al mismo tiempo ser voz del “Africa grita” contra este sistema que excluye, degrada y mata, como dice el Papa Francisco.
Más de 60 millones de personas, huyen de la guerra y del horror buscando un refugio que no encuentran, miles de ellas porque Europa les cierra las puertas negándoles el legítimo intento de atravesar las fronteras (hay algo más humillante que la estampa de los emigrantes colgados en las vallas de nuestra Melilla? ) y haciendo que acaben ahogadas, muriendo en el mediterráneo.
Y la Unión Europea acaba de firmar un Tratado de Libre Comercio (CETA) que, como todos estos Tratados, sitúa los beneficios económicos por encima de la vida, la salud, los derechos sociales y laborales y el medio ambiente. La meta parece clara: eliminar las barreras sólo para la acumulación de beneficios de las multinacionales ya dominantes y cerrarlas a las personas que lo necesitan. Esperemos que en España nos neguemos a firmarlo.
La situación nos pide a gritos humanizar tanto sufrimiento. Nos urge cultivar un sentir profundo que nos haga escuchar desde nuestras entrañas el grito de la Tierra y el clamor desgarrador de millones de personas hambrientas, desplazadas, excluidas.
Y también activar un resorte clave: el cambio personal, el compromiso vital hacia una vida más sobria, coherente y cercana a las personas que lo necesiten.
Que el “África grita” del Projecte Kiziguro también nos lo recuerde.
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