A/A del Sindic de Greuges
12 de Diciembre 2016
Julio A. Moltó Belenguer, vicepresidente de la Associació de Veïns i Veïnes de Natzaret presenta una queja al Sindic de Greuges de la Comunitat Valenciana por la inundación en el barrio de Natzaret (Valencia) agravada por la falta de mantenimiento de los desagües.
El pasado 27 y 28 de Noviembre de 2016 llovió en toda la ciudad y en el barrio de Natzaret más de lo que podía desaguar el alcantarillado municipal, cuyos imbornales estaban parcialmente atascados de hojarasca,y las escorrentías fueron llevando el agua hasta la parte más baja del barrio, en la frontera con el puerto,donde la falta de mantenimiento de los desagües por parte de la Autoridad Portuaria de Valencia agravó la inundación del barrio.
Como es sabido Valencia es una ciudad fluvial y marítima, construida sobre un llano de inundación, y Natzaret un barrio situado al final de la cuenca del rio Turia entre el cauce histórico y el nuevo construido para evitar riadas como la sufrida en 1957.
Nuestro barrio está rodeado:
* Por infraestructuras construidas a una cota superior ( autopista del Saler, vías del tren, circuito de Fórmula 1, la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y la ampliación sur del puerto construida sobre la playa de Natzaret.
* Por nuevas urbanizaciones construidas a una cota más alta, como el nuevo barrio de Moreras o las dos fases de los realojos de la ZAL del puerto.
La estructura urbana del barrio está formada por calles en pendiente descendente hacia la antigua playa ocupada por el puerto y sus muros, en la antigua fábrica de aceite y en la base portuaria de contenedores de la C. Algemesí. En caso de colapso del alcantarillado las aguas van desde la c/ Mayor de Natzaret, Alta del Mar, Baja del Mar, Camino de la Punta al Mar, Marazul, hasta la zona más baja del barrio c/ El Sech donde los muros portuarios de Benimar tienen un desagüe para evacuar por gravedad el agua de lluvia.
El domingo 27 y la madrugada del lunes 28 de Noviembre de 2016 hubo un gran temporal y el tramo final del cauce histórico del río Turia, donde desagua más del 60 % de las aguas pluviales de la ciudad en caso de fuertes lluvias, creció medio metro más de lo habitual. Dicho tramo sigue sin una solución hidráulica, que podría incluir un colector y un depósito de tormentas, tal y como se comprometieron el Ayuntamiento y el Puerto en el convenio firmado el 19 de Mayo de 1986.
En la frontera con el puerto la calle Algemesí, que no tiene alcantarillado, recibió el agua de la urbanización de la segunda fase de los realojos ZAL construida a una cota superior. Los desagües de Benimar (en suelo portuario) estaban cegados por hierbas y suciedad y no evacuaban el agua hacia la salida al mar en la dársena sur. El alcantarillado de la c. El Sech conectado a la estación elevadora de Natzaret, (cuya función es impulsar el agua desde la parte más baja) no funcionaba porque, en el tramo de competencia portuaria junto a la antigua fábrica de aceite, estaba cegado con hormigón. Hacia las 9 horas de la mañana del lunes 28 de Noviembre todas las calles del barrio ya estaban sin agua a excepción de la calle El Sech y parte del final de la c/Castell de Pop.
Estas circunstancias están perfectamente documentadas por el personal del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de Valencia, que acudió a la zona y no pudo acceder al interior del recinto portuario para limpiar los desagües hasta que la Autoridad Portuaria de Valencia no le dio permiso hacia las 12 h de la mañana del lunes 28 de Noviembre y así terminó la inundación de la parte más baja del barrio de Natzaret
El alcalde Joan Ribó dijo ese lunes que la ciudad ha de prepararse “cada vez más para este tipo de circunstancias; todos los estudios científicos subrayan que las tormentas y precipitaciones muy violentas son, precisamente, una de las consecuencias del cambio climático”.
Solicitamos al Sindic de Greuges que admita la queja e inste a emprender las actuaciones necesarias para evitar nuevas inundaciones en el barrio a la Autoridad Portuaria de Valencia Puerto, al Ayuntamiento, a la Confederación Hidrográfica y al resto de Administraciones públicas que pudieran tener competencias para resolver la situación.
Atentamente
Julio A. Moltó Belenguer
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