LA PUNTA ACOGERÁ 600 VIVIENDAS AL REDUCIRSE LA OCUPACIÓN EN LA HUERTA


La fuerte bajada de la edificación, que se estimó en 4.800 pisos en 2014, complica la financiación para ampliar el túnel de Serrería

PACO MORENO Valencia, 30 noviembre 2017, Las Provincias
El Plan de Acción Territorial de la Huerta, que expuso ayer la Conselleria de Obras Públicas por segunda vez para la presentación de alegaciones, contiene en su memoria económica la ficha detallada del sector de La Punta, el único que se recalificará en Valencia al pasar de suelo de campos de cultivo a urbanizable. La novedad más importante reside en una fuerte bajada de la edificación respecto a 2014, cuando el Ayuntamiento tramitó una revisión del Plan General. Así, se pasa de 4.800 a 640 viviendas, con lo que la ocupación de huerta se reduce drásticamente. Fuentes cercanas a la concejalía de Desarrollo Urbano precisaron que la clave de esta disminución es que el ámbito del propio sector se achica, desde 581.394 metros cuadrados hace tres años a 208.555 metros cuadrados con la nueva propuesta.

De esta cantidad, el porcentaje de zona urbanizada será del 24,59%, con lo que la edificabilidad residencial alcanza los 64.652 metros cuadrados, prácticamente ocho veces menos que en 2014. La Punta se conoce desde los años del boom inmobiliario como el 'triángulo de oro' por su cercanía a la Ciudad de las Ciencias y la Marina, lo que eleva las expectativas de las promociones inmobiliarias en el sector. El ámbito está formado por la autovía de El Saler, el camino de las Moreras y el corredor mediterráneo. Con el proyecto anterior la zona urbanizable saltaba hacia el este, en dirección a Nazaret, lo que no está claro que suceda ahora. El emplazamiento de las viviendas se antoja privilegiado para los expertos.

El reverso de la decisión para proteger más superficie de huerta (15 hectáreas sólo en el sector que se reclasificará aparte de todo el entorno) choca con la necesidad de financiar la prolongación del túnel de Serrería, una infraestructura vital para permitir el desarrollo de la ciudad desde la avenida de Francia hacia el mar, acompañado en la marginal derecha por La Punta y las Moreras.

La negociación entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento para soterrar las vías del tren que ahora salen a la superficie justo antes de llegar a la marginal izquierda del cauce se remonta a varios mandatos atrás. La exalcaldesa Rita Barberá llegó a un principio de acuerdo con la entonces vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, aunque no pasó nunca más allá de un acuerdo político.

En agosto de 2015, el alcalde Joan Ribó se entrevistó con responsables de Fomento sobre este extremo, aunque no fue hasta hace unos meses cuando se dieron a conocer las alternativas para prolongar el túnel, un documento que estuvo frenado durante más de un año.

La más económica, consistente en la construcción de sendos puentes, fue desestimada por el gobierno municipal a las primeras de cambio, por lo que siguen sobre la mesa las restantes. La segunda consiste en un túnel que salvará la prolongación de la avenida de Francia, la Alameda, el viejo cauce y las Moreras, con un coste estimado de 78 millones. La última prolonga la obra hasta más allá de la autovía de El Saler y sale por 128 millones de euros.

Pero la clave de la negociación es decidir cómo se paga la infraestructura y qué institución asume la parte más gruesa. El Ayuntamiento lo tiene claro, al considerar que se trata de una obra ferroviaria y por lo tanto competencia del Gobierno. Fomento, por su parte, considera que forma parte de una operación urbanística, por lo que debe costearse con otras vías. Ahí es donde entrarían en acción las viviendas de La Punta, con unas cargas a pagar por los promotores. Reducir de 4.800 a 600 viviendas el sector protegerá más huerta pero complicará sin duda un acuerdo para el túnel.

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